Chichén Itzá Podría Recuperar Piezas del Cenote Sagrado

A través de la Secretaria de Relaciones Exteriores y el INAH, Chichén Itzá Podría Recuperar Piezas del Cenote Sagrado que se encuentran actualmente en territorio estadounidense.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), autoridad gubernamental en México, está preparándose para emitir una solicitud oficial, exigiendo que el Museo Peabody de Arqueología y Etnología – un prominente establecimiento situado dentro del famoso campus académico de la Universidad de Harvard – restituya una serie de 20 invaluables objetos arqueológicos.

Se argumenta que estas preciadas reliquias, que actualmente se custodian en Cambridge, Massachusetts, fueron arrancadas y removidas de forma no autorizada del venerado Cenote Sagrado de Chichén Itzá, un lugar de importancia histórica y cultural.

¿Estás planeando viajar a Cancún
o la Riviera Maya?

Encuentra las mejores ofertas y promociones de tours a Chichén Itzá:

RESERVAR TOUR

Marco Antonio Santos Ramírez, el administrador de la Zona de Monumentos de Chichén Itzá, proporciona un recuento detallado de los sucesos que condujeron a la adquisición ilegal de estos artefactos. Señala que la responsabilidad recae en Edward H. Thompson, un estadounidense que adquirió la hacienda donde se encuentra el cenote en el año 1895.

Durante el período comprendido entre los años 1900 y 1906, Thompson empleó un equipo de dragado para excavar y extraer estos valiosos tesoros, causando en el proceso daños considerables en la región circundante.

Además, durante su gestión, se dio la bienvenida a numerosos investigadores que visitaron el lugar y se llevaron consigo una gran cantidad de artefactos de manera ilegal. Tras el fallecimiento de Thompson, se logró recuperar una parte de estas piezas, pero otras aún se conservan en el Museo Peabody.

Chichén Itzá Podría Recuperar Piezas del Cenote Sagrado

El conjunto de 20 objetos que constituye el centro de este conflicto fue arrojado al Cenote Sagrado por los antiguos mayas. Sin embargo, estos artefactos no son exclusivamente de origen maya, sino que reflejan la influencia de diversas culturas.

En la cosmovisión maya, los cenotes eran considerados como portales al inframundo y, en consecuencia, solían lanzar objetos valiosos en estos depósitos de agua como una forma de apaciguar a los dioses y solicitar lluvias beneficiosas y abundantes cosechas.

En las palabras de Santos Ramírez: “Los tesoros eran lanzados al cenote como un acto de gratitud hacia las divinidades del inframundo. Pero muchos de estos objetos no son inherentemente mayas, y aquí radica su relevancia. Estos artefactos confirman la existencia de redes de intercambio entre Chichén Itzá y otras culturas. Estos objetos, creados en épocas muy antiguas, eran vistos como reliquias y tenían un papel importante en las ceremonias de ofrenda”.

En la actualidad, el INAH está en proceso de compilar un expediente exhaustivo que contenga todos los datos y pruebas necesarios para respaldar esta solicitud. El plan inicial es presentar esta petición a través de canales diplomáticos, utilizando la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), con la esperanza de que la institución estadounidense ofrezca una respuesta favorable, evitando la necesidad de tomar medidas legales.

Los preciados artefactos, elaborados a partir de materiales como oro, jade, turquesa y obsidiana, entre otros, si se logra su devolución, tendrán un lugar de honor en el Museo de Sitio de la Zona Arqueológica de Chichén Itzá. Este museo está en construcción como parte del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), una iniciativa paralela del proyecto de construcción del Tren Maya.

La lucha por el retorno de estas piezas es fundamental para la preservación del patrimonio cultural y la historia de México. Cada objeto cuenta una historia única y proporciona una valiosa perspectiva sobre las antiguas civilizaciones que una vez habitaron esta tierra. Las piezas también son testamento de los vastos intercambios culturales que ocurrieron en la época, evidenciando las conexiones que existían entre las diferentes civilizaciones precolombinas.

La potencial recuperación de estos artefactos también representa una victoria simbólica para la causa de la repatriación de artefactos culturales en todo el mundo. A lo largo de los años, muchos tesoros y reliquias han sido extraídos de su lugar de origen y llevados a museos y colecciones privadas en todo el mundo. Esta práctica, a menudo vista como una forma de saqueo cultural, ha llevado a un creciente movimiento en busca de la repatriación de dichos objetos a sus lugares de origen.

Este caso no es solo un asunto de devolver objetos arqueológicos, es una cuestión de respeto y reconocimiento de la rica y compleja historia de las culturas antiguas que conforman el patrimonio de México. Se espera que esta acción del INAH abra un nuevo capítulo en el camino hacia la protección y preservación del patrimonio cultural global.